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PROYECTO "FE Y CIENCIA,
TODO ESTÁ CONECTADO"
Laudato SI'-Bioblitz
#LaudatoSi5
Capítulo III:
La raíz humana de la
destrucción ecológica
No basta con conocer los síntomas de los cambios de la naturaleza, hay que entender que el ser humano tiene mucho que ver.
La ciencia y la tecnología no solo producen cosas valiosas sino también bellas.
El crecimiento tecnológico no ha estado en aumento con responsabilidad, valores y conciencia.
Falta una ética sólida, valores y espiritualidad para que se pongan límites.
• En el origen de muchas dificultades del mundo actual está el pensamiento surgido del paradigma tecnocrático.
La lógica cristiana no puede dejarse arrastrar por la lógica tecnocrática.
La ciencia y la tecnología no son neutrales.
Algunos dicen que la economía y la tecnología resolverán los problemas medioambientales, pero esto no garantiza un desarrollo humano integral ni la inclusión social.
Los cristianos debemos vernos como administradores responsables de la creación.
Es palpable la falta de preocupación por medio el daño a la naturaleza.
Cuando no se reconoce el valor de un pobre, de un embrión humano o de una persona con discapacidad, difícilmente se escucharán los gritos de la naturaleza.
Considerar al ser humano como parte del sistema hace que disminuya la conciencia de responsabilidad.
Sin una verdad objetiva o unos principios universalmente válidos, las leyes solo se entenderán como imposiciones arbitrarias.
Una visión correcta del trabajo nos vuelve más cuidadosos y respetuosos con el ambiente.
El progreso tecnológico no debe reemplazar el trabajo humano.
La experimentación animal solo es legítima si se mantiene en límites razonables y contribuye a curar o salvar la vida humana.
Algunos movimientos ecológicos defienden la integridad del ambiente e ignoran los principios para la vida humana.
La técnica separada de la ética no será capaz de autolimitar su poder.
El valor del ser humano va más allá del grado de su desarrollo.
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